¿Qué
es?
El Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL)
se define como la muerte de un niño que es inesperada por
su historia y en la cual los estudios post-mortem (autopsia) no
demuestran ninguna causa. En español se llama también
Muerte en Cuna o Muerte Blanca.
En la actualidad
podemos reducir los riesgos, pero se desconocen los mecanismos que
llevan a la muerte.
Los factores que aumentan el riesgo:
- El bajo nivel socioeconómico es uno de los factores de riesgo más claramente establecido. El consumo materno de drogas y alcohol, el mayor número de partos y el menor intervalo entre gestaciones, se han asociado a un ligero mayor riesgo de SMSL, siendo estos hechos los que se acumulan en grupos de población desfavorecidos, en los que los cuidados deficientes y el maltrato pueden ser más frecuentes. En las sociedades occidentales, como la española, las madres con un primer hijo en la adolescencia y las madres sin pareja estable o solteras, también tienen mayor riesgo.
- Los niños prematuros y de bajo peso para su edad gestacional al nacer, tienen mayor riesgo de padecer SMSL.
Existen tres recomendaciones fundamentales, basadas en investigaciones
médicas:
Los bebés sanos deben dormir en posición supina (boca
arriba). No se recomienda forzar la postura en los niños
que se dan la vuelta espontáneamente, una vez colocados boca
arriba para dormir.
Sólo por una indicación médica específica
(reflujo gastroesofágico grave, malformaciones craneofaciales
que afectan a la vía aérea superior) puede recomendarse
el decúbito prono (boca abajo). Los niños con reflujo
gastroesofágico importante pueden dormir de costado, aunque
ésta es una posición inestable y suelen acabar boca
arriba.
Los niños sanos están protegidos de manera natural
frente a la aspiración del vómito. Su vía aérea
está a salvo mientras están boca arriba, y su riesgo
de aspiración es mínimo debido que tienen reflejos
de deglución (tragar), toser, vomitar y se despiertan en
caso de atragantamiento.
No ha habido un incremento de niños fallecidos por aspiración
de leche u otros alimentos desde que comenzaron las campañas
de prevención.
La posición supina no incrementa los episodios de apnea
(parada respiratoria) o cianosis (color azulado por falta de oxígeno).
Es posible que algunos niños duerman mejor boca abajo. Este parece un
pequeño precio a pagar si reduce el riesgo de SMSL a menos
de la mitad.
Pero una de las consecuencias de que el bebé esté tumbado boca arriba
siempre en la misma posición es la plagiocefalia, una deformidad craneal
que en algunos casos puede llegar a ser muy grave. Para evitarla,
aconsejan variar la postura del bebé y existen unas "almohadas" especificas para prevenirlo.
Si la madre fuma durante el embarazo y durante el primer año
de vida del bebé, el riesgo del SMSL se multiplica por cuatro.
Si ambos padres fuman, el riesgo se incrementa casi por dos veces
y media.
Es conveniente que los pies del bebé contacten con el límite
de la cuna, de ésta manera tendrá menos posibilidades
de desplazarse por debajo de la ropa de cama.
- Lactancia materna: la lactancia materna es el mejor alimento para los bebés, tiene un leve efecto protector frente a la muerte súbita del lactante.
- Chupete: hay investigaciones que sugieren que reduce la incidencia del SMSL si se usa para dormir.
- Los colchones muy blandos o de lana, los almohadones y cojines, los colgantes al cuello son peligrosos, así como cualquier otro objeto que pueda provocar asfixia durante el sueño, como cintas o cordones en las inmediaciones de la cuna.
- Compartir la cama: existe un riesgo aumentado si el niño comparte la cama para dormir con una madre fumadora. Sin embargo, en algunos países con baja incidencia del SMSL, se comparte la cama con alta frecuencia. En la actualidad se están realizando estudios para determinar este complejo hecho, a través de un Estudio Internacional sobre los Cuidados del Bebé.
- Hipertermia/hipotermia: investigaciones actuales muestran que los niños que están sobrecalentados o fríos tiene mayor riesgo del SMSL. La posición prona (boca abajo) minimiza la pérdida de calor por lo que la temperatura puede aumentar en exceso. Debe mantenerse la habitación a una temperatura de 20 a 22º C y evitar el arropamiento excesivo, especialmente si el niño tiene fiebre.
- Emanaciones de CO (monóxido de carbono): todos los años fallecen personas (a veces familias enteras) por emanaciones de monóxido de carbono procedentes de gas u otro combustible, debidas a instalaciones en mal estado, en locales mal ventilados o con salidas de gases inadecuadas.
- Jarabes con antihistamínicos y otros sedantes: en general están contraindicados los sedantes en los bebés. Muchos jarabes para el catarro contienen antihistamínicos que pueden, incluso a dosis adecuadas, ejercer una acción sedante inconveniente.
y http://www.aepap.org/familia/smsl.htm
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